Especialización, escasez, rivalidad y humanidad han ido configurando el mundo laboral y hoy en día siguen siendo muy relevantes para las organizaciones. Estas fuerzas ofrecen un marco para ayudar a las empresas a entender mejor la interacción entre la estrategia empresarial, los colaboradores, la cultura y la tecnología. A continuación, analizamos las cuatro fuerzas:
Desde los inicios de la agricultura hasta la actualidad, la especialización ha moldeado la fuerza laboral. Hoy en día, la digitalización no solo la promueve dentro de las organizaciones, sino también entre ellas, ya que cada empresa se centra en lo que hace mejor y puede recurrir a otras especializadas. Por ejemplo, los comerciantes dependen del motor de comercio electrónico de Amazon o Mercado Libre para las tareas de ventas, que anteriormente habrían realizado internamente.
Los efectos de la tecnología son visibles en los cargos altamente especializados, como científicos de datos, especialistas en riesgos cibernéticos o community managers, que las empresas deben definir, aprovechar y anticipar. La anticipación es clave por al menos dos razones: no predecir qué tipo de expertos necesitará su empresa puede hacerle perder oportunidades; no anticipar cómo están cambiando los roles puede hacer que habilidades que alguna vez fueron especializadas se vuelvan menos valiosas o incluso obsoletas. Esto puede suceder en cualquier parte de la organización.
Si consideramos la típica fuerza de ventas, vemos que algunas de sus tareas tradicionales solían ser bastante especializadas (por ejemplo, recopilar datos de mercado o analizar la opinión de los clientes). Hoy en día, estas tareas se han modificado significativamente por la tecnología. El valor que aporta el equipo de ventas debe provenir cada vez más de nuevas áreas, como el desarrollo de relaciones más profundas y basadas en la confianza con los clientes.
Como líderes, nos enfrentamos a preguntas difíciles al lidiar con la creciente especialización: ¿Cómo desarrolla una visión de las nuevas habilidades que necesita y cuándo? ¿Y dónde las obtendrá? Su acceso a talento especializado puede verse afectado por factores tan variados como su propuesta de valor para los empleados y el entorno regulatorio en el que opera. Y si decide desarrollar habilidades especializadas, ¿cómo crea los caminos de aprendizaje y desarrollo pertinentes? ¿cómo identifica a los candidatos para mejorar sus habilidades (y evita decisiones sesgadas)? Y, por último, ¿cómo organizará, estructurará e incentivará a una fuerza laboral cada vez más especializada para que se una y brinde mejores experiencias al cliente, mayor productividad y otros resultados que importan?
Vivimos en un mundo en el que todo tipo de shocks pueden alterar la fuerza laboral de maneras impredecibles. La demanda de mano de obra ha aumentado marcadamente en algunas industrias, ya que los trabajadores han renunciado para buscar mejores oportunidades en nuevos campos (o incluso han iniciado sus propios negocios). La escasez también surge de los cambios tecnológicos. Por ejemplo, la automatización está creando redundancias en algunos campos, mientras que una creciente necesidad de trabajadores en tecnologías avanzadas y emergentes está generando escasez en otros.
Pero la escasez no se limita a la cantidad de personal, sino también al tipo de habilidades que tienen sus colaboradores. La empresa puede tener un déficit de habilidades de liderazgo o gestión, por ejemplo, o de toma de decisiones, de gestión de proyectos o incluso de habilidades interpersonales. Las empresas suelen intentar abordar esos déficits mediante iniciativas de desarrollo de habilidades, pero la escasez de habilidades fuera de su empresa también le afecta. Considere cómo la adopción de vehículos eléctricos podría verse frenada por la falta de personas capaces de reparar y mantenerlos. Por lo tanto, para los fabricantes de vehículos eléctricos, la pregunta es cómo apoyar el desarrollo de capacidades fuera de la organización que, no obstante, son vitales para su éxito.
Como líder, esta es una de las fuerzas cuyo desafío es histórico y a la vez completamente nuevo. Esto se explica si consideramos cómo la digitalización ha desdibujado los límites tradicionales del sector; cómo el cambio generalizado al trabajo remoto e híbrido hace que las barreras geográficas sean mucho menos relevantes; o cómo las empresas de tecnología han aumentado los salarios por habilidades en demanda, de las que también dependen las empresas de otras industrias.
Para competir en el futuro, su estrategia podría depender de su capacidad para atraer y retener una fuerza laboral con un conjunto de habilidades muy diferente al que tiene hoy, para respaldar su paso a negocios adyacentes. Considere los cambios de habilidades necesarios para que Apple pase de sus raíces en el diseño de productos a servicios en el mundo financiero, la salud y el bienestar.
Las conmociones que ha sufrido nuestro mundo contemporáneo también están teniendo un enorme efecto en la fuerza laboral. Pensemos en cómo la pandemia empujó a decenas de millones de trabajadores a reevaluar lo que les importa de un empleador.
Algunas empresas buscan cada vez más diferenciarse por su humanidad, adoptando posturas éticas y responsables sobre cuestiones relacionadas con el cambio climático y la justicia social. Cuando tienen éxito, esos esfuerzos ayudan al mundo y a las empresas a atraer y retener a los trabajadores. De hecho, el 75% de los encuestados en Hopes and Fears Survey de PwC(1) manifestó que quería trabajar para una organización que hiciera una contribución positiva a la sociedad. De manera similar, si hace que su fuerza laboral sea más diversa e inclusiva (en todos los elementos de la experiencia e identidad humanas), ayuda a la sociedad y al mismo tiempo aborda los desafíos de la especialización y la escasez.
Finalmente, es clave pensar en la cultura de la empresa, con el objetivo de conectar (o reconectar) a las personas con el propósito de su organización y dejarles en claro cómo pueden contribuir tangiblemente a él. Cuando el propósito de la empresa resuena en las personas y estas ven claramente cómo lo promueven, no solo es más probable que se queden (lo que podría ayudar con cualquiera de las otras tres fuerzas), sino que tienden a estar más comprometidas y productivas.
Dada la naturaleza altamente interrelacionada de las fuerzas, no hay una única forma de abordarlas. Tal vez una fuerza represente una amenaza apremiante o una oportunidad. Las consideraciones sobre la fuerza laboral afectan directamente todo lo demás, incluida la estrategia empresarial, el modelo organizacional y el enfoque operativo. Cualquier aspecto que brinde más información sobre estas relaciones y cómo mejorarlas merece su tiempo y atención.
Fuente:
Artículo basado en Meet the four forces shaping your workforce strategy | The Leadership Agenda | 2025 (enlace externo)
(1)-https://www.pwc.com/gx/en/issues/workforce/hopes-and-fears.html