Una parte fundamental del papel de los directorios de las empresas es supervisar el proceso de formulación estratégica de la sociedad y su puesta en práctica, y ello va más allá de las metas de ganancias y el análisis del mercado y la competencia. Significa ver a la empresa en su contexto más amplio, incluidas las macrotendencias que afectan al mundo y, por extensión, a las partes interesadas y a su negocio, e incluye también supervisar el propósito social de la empresa y cómo su estrategia tiene en cuenta los problemas sociales.
En todo el mundo, líderes empresariales, políticos y la sociedad misma señalan un conjunto común de preocupaciones. Un equipo de PwC encabezado por su Líder de Estrategia Global, Blair Sheppard, ha denominado a esto el marco "ADAPT", por Asimetría, Disrupción, Edad (“Age), Polarización y Confianza (“Trust”). Esas cinco variables están cambiando radicalmente la forma en que miles de millones de personas viven y trabajan.
Dentro de estas preocupaciones se encuentran cuatro crisis centrales que están afectando a nuestras instituciones, grandes y pequeñas, locales y globales.
Todas estas crisis tienen ciertas cosas en común, se derivan de los tipos de actividades que realizamos diariamente y están interconectadas, lo que hace que el cambio sea especialmente difícil y están empeorando progresivamente con el tiempo.
Ahora las buenas noticias: en las crisis se encuentran las oportunidades. Tenemos ahora la chance de construir un futuro más sostenible y resiliente, en el que todas las personas puedan prosperar.
El trabajo de la gerencia es centrarse en la situación actual y operar sobre ella, en cambio, los directores tienen el deber de tener una visión a largo plazo, comprender las macrotendencias, ayuda a que sus empresas puedan proyectar su rol en el futuro.
Algunas ideas para llevarlo a la práctica:
Asegurarse que los directores tengan acceso a expertos externos para comprender las tendencias macroeconómicas.
Integrar las oportunidades globales en el proceso de evaluación de riesgos y en la supervisión de estrategias. Comprender concretamente cómo estas situaciones podrían afectar a la empresa y cuándo.
Trabajar con la gerencia para identificar las métricas que se deben monitorear e informar regularmente al directorio.
Examinar las implicaciones de las macrotendencias para la propia población de empleados de la empresa y las comunidades en las que opera. ¿Cuenta la empresa con programas para abordar los problemas urgentes que se vislumbran? Si no es así, ¿cómo deberían ser esos planes? ¿Quién/es estarán a cargo de desarrollarlos?
Asegurarse de que la gerencia establezca metas de impacto social y que el directorio las supervise. Ser transparente con las partes interesadas sobre cuáles son esos objetivos y cómo la empresa los alcanzará.